La Palabra cada día

La ausencia se hace presencia (Marcos 16,15-20) La luz es la imagen más expresiva de la vida. El creyente expresa con una llama de fuego y con la Luz del Cirio Pascual la vida resucitada de Jesús. La luz hace ver la vida. Se apaga la luz cuando alguien pierde la vida. Era costumbre apagarSigue leyendo «La Palabra cada día»

La Palabra cada día

Por Jesucristo nuestro Señor (Juan 16,23b-28) Por Jesucristo nuestro Señor es la fórmula con la que la iglesia termina su oración al Padre en la Eucaristía. Escuchamos en la Palabra de hoy: «Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre». Esta Palabra nos invita a una reflexión sobre nuestra manera de orar al Padre.Sigue leyendo «La Palabra cada día»

La Palabra cada día

La fuente de la alegría (Juan 16,20-23a) De nuevo la Palabra recuerda al discípulo que ha de ser testigo de la alegría, porque la presencia de Jesús es la fuente de la alegría: «volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón». El discípulo no debería anunciar el evangelio como producto de aguafiestas. Se ha habladoSigue leyendo «La Palabra cada día»

La Palabra cada día

De la tristeza y la alegría (Juan 16,16-20) El llanto y la alegría son polos opuestos en la relación del ser humano. Para algunos la vida es un continuo llanto, que se lo digan, si no, a quienes después de muchos esfuerzos por buscar una vida digna, malviven en la pobreza o son ninguneados porSigue leyendo «La Palabra cada día»

La Palabra cada día

“Mi verdad” (Juan 16,12-15) Más de una vez —casi seguro— habremos escuchado estas palabras, o quizás las hayamos pronunciado, para afirmar que nuestro saber es inamovible: “mi verdad”. Es la tentación de reducir el mundo a lo que entiendo por verdad, como si no hubiera otra. También ocurre que algunas instituciones se arrogan “mi verdad”Sigue leyendo «La Palabra cada día»

La Palabra cada día

“¿Adónde vas?” (Juan 16,5-11) La ausencia no es sinónimo de abandono, aunque se manifieste como orfandad. El discípulo no puede sentirse abandonado ni creer que vive en una iglesia de huérfanos. ¿Dónde está Dios —nos preguntamos—, a dónde se ha ido Jesús? El abandono produce desánimo y tristeza, ¿merece la pena ser testigo de laSigue leyendo «La Palabra cada día»

La Palabra cada día

Nace el tiempo de la esperanza (Juan 15,26–16,4a) El tiempo litúrgico nos acompaña durante todo el año, nos ayuda a vivirlo en compañía de Jesús. Lo hemos visto naciendo como el más pobre. Ya adulto, hemos contemplado cómo el Espíritu ha venido sobre él a orillas del Jordán y ha transformado su vida. Nos haSigue leyendo «La Palabra cada día»

La Palabra cada día

Siervos o amigos (Juan 15,9-17) «Ya no os llamo siervos… a vosotros os llamo amigos». Con estas palabras Jesús cambia la relación de la criatura con su Creador, la relación entre Dios y el ser humano. Para pertenecer a una institución hay que cumplir sus normas. Nos hemos acostumbrado a este tipo de lenguaje: QuienSigue leyendo «La Palabra cada día»

La Palabra cada día

Si el mundo os odia… (Juan 15,18-21) El discípulo es el sarmiento de la Vid, destinado a dar el mejor fruto para el mundo, cuidado y protegido por el Dios Viñador… Pero nada de esto lo va a privar de momentos difíciles en el anuncio de la Buena Noticia de Jesús. Más todavía: Jesús pronosticaSigue leyendo «La Palabra cada día»

La Palabra cada día

Dios tiene rostro (Juan 14,6-14) Una imagen vale más que mil palabras. Hubo tiempos en que las noticias de los telediarios se leían… hoy dependemos de la imagen para conocer lo que ocurre en el mundo. No está lejos de esto la intervención de Felipe en la Palabra que escuchamos hoy: “¡muéstranos al Padre!”. LosSigue leyendo «La Palabra cada día»

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