En la mesa del Pan partido
(Lucas 24, 13-35)
El Camino de Santiago es el camino de los encuentros con caminantes desconocidos. Nos contamos nuestras vidas. Escuchar al caminante se convierte en un milagro. Hasta puede nacer una nueva esperanza para la vida, descubrimos que el ser humano es digno de ser amado de verdad… Hay caminantes que se han entregado la vida en el encuentro del camino.
En el camino de Emaús, Jesús te encuentra y habla contigo, su Palabra pone luz nueva en la oscuridad de una vida de quien ha perdido la esperanza, pero ¿qué puede esperar quien ha perdido la esperanza?
Para reencontrar la esperanza hay que invitar al caminante que, sentado a nuestra mesa, nos parte el pan. Sólo en este Pan partido reconocemos de verdad a Jesús resucitado, sentimos la fuerza de su Palabra que nos ha quemando el corazón y necesitamos levantarnos de esta mesa para llevar esa esperanza a tantas personas que caminan con la esperanza perdida.
Hay algo importante que podemos aprender en este camino cuando llega la tarde y nos falta la luz de la esperanza, no podemos seguir caminando sin llevar con nosotros al desconocido del camino. Hemos de tener el valor de sentarnos con él a la mesa para que sea él quien nos parte el Pan.
Si dejáramos que Jesús partiera el pan nos levantaríamos de la mesa para repartirlo entre nuestros hermanos. Repartir el pan partido es llevar esperanza al mundo que la ha perdido. Quizás porque seguimos caminando en la oscuridad no podemos dar esperanza a quien la ha perdido.
Parroquia de San Juan Bautista 