La Palabra cada día

Para que coman estos…

Para que coman estos…

(Juan 6,1-15)

Jesús nos enseñó a orar al Padre: «Danos hoy nuestro pan de cada día», que no nos falte el alimento necesario para vivir porque —al fin— el pan y la vida van juntos, muere quien no puede alimentarse, y si el discípulo no alimenta a sus hermanos los está dejando morir.

Además de enseñarnos una oración, Jesús también nos enseña cómo hay que orar: “Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado”.

Jesús conoce la pobreza de los discípulos: somos muy pobres para tanta necesidad. Por eso hace el milagro que consiste en aceptar la pobreza del discípulo, agradecer al Padre ese pequeño don y repartirlo a la gente. Quienes hoy contemplamos este milagro de Jesús no podemos quedarnos con la boca abierta viendo únicamente cómo se alimenta con cinco panes a cinco mil hombres.

Nos fascina ver a Jesús en acción de gracias, y nos recluimos en iglesias para contarle al Padre lo mal que están las cosas en nuestro mundo y para quejarnos de la pobreza de nuestros medios: somos pocos, cada vez menos, no disponemos de medios económicos… y estiramos del manto del Padre Dios para que se dé cuenta de nuestra situación y nos la remedie.

Nos debería cuestionar ver cómo Jesús se pone a repartir la pobreza de esos pocos panes y comprender que con ello está dando vida a tanta gente necesitada. La razón de este signo es dar de comer, dar vida. La misión del discípulo es repetir este milagro, dar gracias al Padre y dar de nuestro pan para que los hermanos tengan vida.

Para que coman estos…
Para que coman estos…

Deja un comentario

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar